martes, 10 de diciembre de 2013

el alcance: a quien le toque poner esto en su mano que decida si va a tener el prestigio de mirar su propia cara, como en un espejo, que transporte las ideas propias a un placentero hacer, desde el cual se pueda hilar hasta llegar a una obra propia que es, probablemente, la celebraciòn màs jaraneable del ser hombre y estar vivo.

entonces cualquiera de las cadenas que nos impidan avanzar hacia el objetivo que vayan encontrando llave de una vez para que no se nos vaya a tropezar la idea entre cadena o parametro malestablecido en el intelecto.

abiertamente quiero manifestar que no me acomoda el formato que se determina, màs bien poseo la dualidad de disfrutar con liviana tranquilidad tambièn esas villas abiertas y simples que no buscan otra pretenciòn màs que la de hacer màs interior lugar.

de todas las veces que traslado mi pensamiento al planeta humano no existe vez que la catarsis no me avise que estoy en lo correcto, es como un pajaro qu no busca recompensa màs que la de avisar, eso le da naturalmente un estado de gracia que no hay para què ponerlo en duda. la trasladaciòn de lo que se siente, piensa, imagina hacia un plano materialmente disfrutable otroga la tranquilidad que deja dormir y soñar y perderse si se tiene la suerte y el tiempo en los paisajes negros y blancos y colores imaginativos del interno circo crìptico.

condescendiente con la idea de facultar la vida con atribuciones de importancia, que seguramente de chico tuve la inocencia torpe de asimilar, busca mi cabeza la forma de no aburrirme con las nociones de vacìo que maneja mi mente distircionada de manamita y sicofìlicos que no se de donde salieron pero me abrieron las chapas pa poder cambiar el rumbo y perderme, pero feliz perderme, esa pèrdida.

cualquiera que invente situaciòn donde cabalmente doblen las hojas le pregunto con severidad còmo cual y donde existe usted mismo que piensa que puede responder una pregunta pero no se da cuenta que es un mero preguntador en potencia desde donde yo puedo visualizar la calma. la pregunta incita la intuiciòn de una respuesta que calma. a eso me referìa.

a veces me salgo de la tranquilidad de mi vacìo y me pongo a dialogar con cuarenta y màs de los que pesantinos y canivalidosos doblan por la esquina sin entender bien hacia donde se dirije el zepelin que nos lleve de vuelta a la niñez. donde la complejidad exquisita por vivida y no comprendida ni estudiada, es la que manifiesta en nuestro acto terrestre la virtud universal que ahora es la pupila màs negra de las que voy descifrando. ¿es tan oscuro el universo o la luz digamos puede complementar la dicha de la colmena triste?

no entiendo lo que pienso, me sale por la nariz una idea que no cacho bien desde donde empezar a sonarla, ni cual es el basurero hacia donde tratar de achuntarle. clap clap, puro dando botes, a ver si alguien despuès logra apreciar la dicha de mi encantamiento profundo, y que motiven otros encantamientos que me dejen contento en cualquier lugar de perticulas donde me estè espolvoreando

me calma la cabeza imaginar dobles personas felices cuando no acuerdan niuna cosa sino que se ponen a caminar felices hasta que cada uno tenga la gana de irse pa la casa o caminar juntos otravez que me faltò un poquito màs que desencriptar de tì.

y finalmente el sueño tambièn se me va calmando a medida que desordenadamente se acaban las cosas y fàculmente se abren las otras.

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